Mi pareja y yo somos muy felices, nos queremos y estamos muy bien juntos pero…
Por muy bien que estés con tu pareja siempre habrá un pero. Lo importante no es cuántos “peros” haya en vuestra relación sino cómo los manejéis y que no se conviertan en el desencadenante de una crisis.
Tener pareja en nuestra sociedad es un hecho muy valorado y es que esta nos complementa, es un apoyo a la hora de compartir dificultades y alegrías, es alguien en quien confiar, que nos acompaña, alguien que no falla. Sin embargo, no son pocas las veces en las que, decepciones, discusiones o errores, pueden hacerte plantear si tu relación merece la pena.
Por ello, te animo a que la cuides, dificultades siempre podrán aparecer, pero si a día de hoy te compensa, cuídala para cuando esas dificultades vengan podáis superarlas juntos como un bache del camino y no como un obstáculo de vuestra relación.
¿Cómo puedo cuidar a mi pareja y mi relación? Enfócalo como si fuera una planta, hay que regarla a diario, no vale dejarla un mes abandonada y luego quererle echar toda el agua de ese mes en un día para compensar. Es decir, esta es una tarea de diario y de poco a poco. Muchas parejas olvidan buscar un espacio frecuente para este cuidado y disfrute en común y cuando llegan períodos vacacionales en los que de repente se ven juntos todo el día se desbordan como la planta a la que le echamos toda el agua que no le echamos en su momento.
El ritmo diario suele ser una buena excusa para ver esta tarea como algo difícil de cumplir: la familia, el trabajo, las prisas… parecen impedimentos para guardar un espacio en la pareja y, ciertamente, todo esto hace que, cuando no estamos acostumbrados, encontrar un espacio para la pareja sea complicado.
Recuerda que es algo que hay que cuidar y si de verdad te importa encontrar ese espacio sólo será cuestión de valorar el tiempo y energía que dedicas al resto de cosas que hay en tu vida y priorizarlas. Cuando tengas tus prioridades en orden y tu pareja esté entre ellas encontrar ese momento de cuidado y compartir no te será tan difícil.
Y… ¿en qué consiste ese cuidado? Ahí van algunos ejemplos:
- Valórale las cosas positivas que hace, aunque pienses que tu pareja ya sabe que se lo valoras házselo saber de nuevo. Valorar a tu pareja y lo que hace le hará sentir bien y recompensada.
- Pregúntale cómo se encuentra, cómo ha ido su día, crea ese espacio de comunicación en el que compartir el día a día.
- Planificar algo juntos, no sólo hacerlo os unirá sino también prepararlo.
- Involúcrale en tu vida, hazle partícipe de las cosas que te suceden a lo largo de tu día y cómo te hacen sentir.
- No evites hablar de lo que te molesta, no hablar de los problemas, hacer como que no existen no consigue solucionarlos, siguen estando ahí.
- Sorpréndele, esto no siempre supone un regalo material, aunque también está bien. Llévale a algún sitio diferente, hazle un plan que sepas puede gustarle… saca a relucir tu creatividad.
Recuerda que estos son sólo algunos ejemplos, son muchas las cosas que puedes hacer para cuidar a tu pareja y, a pesar del esfuerzo que esto pueda suponerte, te merecerá la pena.